Cierre de filas por Chihuahua: sumisión y simulación
En un acto de sumisión ante su proyecto político opositor, este lunes 26 de octubre, el Gobernador Javier Corral reunió a los titulares de los otros poderes del Estado, figuras empresariales y políticos regionales, en una embestida contra el Gobierno Federal.
De nombre, “ Cierre de Filas por Chihuahua”, el evento sirvió de plataforma para simular un respaldo “unánime” a la postura reacia del Gobernador de Chihuahua contra la llamada 4T, pronunciándose específicamente contra las políticas federales en materia de agua, seguridad y presupuesto.
Sin embargo, para un gobernador que con frecuencia pregona la “regresión autoritaria” y el “centralismo” bajo el Presidente López Obrador, a Javier Corral no le causó ni un mínimo de disonancia ni conflicto reunir bajo un solo techo, en una simulación explícitamente política, a la presidenta de Congreso del Estado, Blanca Gámez; el presidente del Poder Judicial, Pablo González Villalobos; el rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Fierro Ramírez; y la dirigente estatal del PAN, Rocío Reza Gallegos.
Acompañado de estos representantes de los distintos poderes del Estado y de instituciones nominalmente autónomas, el Gobernador Corral arremetió contra el Gobierno Federal y el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Repartiendo piezas de su discurso a voz de los demás presentes, el Ejecutivo Estatal exigió defender los intereses de Chihuahua (a su entender) de una figura caricaturésca y risible de un Gobierno Federal autoritario y dictatorial.
Otros personajes menores leyeron piezas del pronunciamiento en una especie de monólogo al tenor de diferentes voces, pero al son protagónico de Corral. Hablaron, por ejemplo, el alcalde nominalmente independiente de Parral, Alfredo “Caballo” Lozoya; el empresario agricultor enfrascado en el conflicto del agua, Jorge Aldana Aguilar; el mañoso empresario de mala fama, Luis “Chacho” Barraza; y hasta el Padre Javier Ávila, jesuita derechohumanista, arquetipo de la casta de “activistas cómodos” que acompañaron a Corral para henchirse en los espacios formales del poder a partir del 2016.
En sus acostumbradas acusaciones contra el Gobierno Federal, Javier Corral aparenta enarbolar y defender el federalismo, la división de poderes, los contrapesos y el estado de derecho. Sin embargo, todo esto importó poco ante la disonancia evidente de este acto político con su discurso habitual. Predicando desde el púlpito a los poderes del Estado subyugados y la sociedad civil domesticada, el gobernador intentó disfrazar su proyecto político opositor de “unánime”, pero muy por debajo de “unánime”, terminó como un acto solemne adulador y pedante.
En su pronunciamiento, el Ejecutivo Estatal exigió tres demandas al Gobierno Federal:
- Solución del conflicto por el cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944, a partir de la propuesta presentadas por agricultores y Gobierno del Estado.
- Reincorporación del Gobierno de la República a la coordinación en materia de seguridad.
- No reducir los recursos para Chihuahua en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, o bien establecer mecanismos de compensación presupuestal; no extinguir los fondos y fideicomisos
Primeramente, el Gobernador Javier Corral aprovechó en toda oportunidad utilizar el conflicto del agua para golpear al Gobierno Federal, apropiándose de la causa de los agricultores chihuahuenses para fines político-electorales. Existe evidencia para afirmar que el conflicto del agua fue instrumentalizado contra la actual administración federal por actores políticos y económicos enfrentados con la 4T. ( INFILTRADOS PARTE 1. INFILTRADOS PARTE 2).
En segundo lugar, el mismo Gobernador expulsó de la mesa de coordinación de seguridad al entonces delegado federal en Chihuahua, Juan Carlos Loera. Además, desde esta mesa se filtraba sistemáticamente información sensible de estas reuniones a personajes políticos del PAN justo en medio del conflicto por el agua, como lo confirmó el mismo Presidente de la República.
Tercero, la pugna principal de los fondos y fideicomisos es la cuestión más básica de la política. La esencia de la política misma, resumida en una frase es “ quién controla qué, cuando y cómo”. La asignación de los recursos es la expresión más inmediata y obvia de esto. Por ello la inquietud del gobernador: más allá de la retórica elaborada, edificada sobre conceptos de decentralización, justicia fiscal, federalismo etc., al gobernador y las corrientes opositoras que lidera le preocupan la pérdida de control directo de millonarios recursos públicos. Se vale. Se entiende. Pero el gobernador debe asumir las consecuencias de la lucha política, y no escudarse detrás de un discurso superficialmente “apolítico” de Federación contra Estado que solo atiza divisiones innecesarias. Las tensiones del federalismo existen y se desahogan en la política misma.
Y es que así ha sido la estrategia del Gobernador de Chihuahua contra la administración federal y el presidente: lanzar la piedra y esconder la mano. En el conflicto del agua, en la coordinación de seguridad, en su relación con la Federación… ¿O a caso no fue Javier Corral quien desde septiembre del 2019 anunció su intención de romper el pacto fiscal? ¿A caso no es Javier Corral incitando a la Alianza Federalista a romper el pacto federal? ¿No es Javier Corral quien arriesgo la soberanía del país al obstaculizar el cumplimiento del Tratado de Aguas? La sumisión de poderes estatales y actores políticos al gobernador en esta simulación es tan solo otro elemento en la construcción de este proyecto político personal.
Originally published at https://huizarflores.wordpress.com on October 28, 2020.